¿Economía baja en carbono?

Si bien los costarricenses han puesto en papeles y acciones su intención de convertirse en la primera economía carbono neutral, el mundo debe ser consciente de que el impacto que genera este país, afecta en menos del 1 % a la huella ecológica global.

Sin embargo, este país al ser una pequeña economía industrializada y con reconocidos indicadores sobre desarrollo social y ambiental, lo hacen un atractivo país para experimentar y aprender sobre modelos de operación limpia, que luego puedan ser: escalables, funcionales y replicables en otros países.

Por esta razón, todo ciudadano del mundo, debe ser consciente que para superar la crisis climática actual, actuar con regulaciones obligatorias en un futuro cercano, será la única forma de comprometer a todos con el desarrollo sustentable que el planeta necesita.

Experiencias del pasado, como la lluvia ácida en reconocidos países  de Europa, crearon mecanismos donde prácticamente el que contamina paga, y hoy en día estamos entrando a un episodio, donde la regulación ambiental será obligatoria y aplicable para diversas fuentes de contaminación.

El consumo desmedido, la dependencia petroquímica y la sobre explotación de recursos naturales que ejercemos sobre el planeta, son las causas más relevantes de origen humano sobre el cambio climático.

Es fundamental que cualquier: persona, profesional, empresario u organización, comience a valorar la oportunidad de aprender a incluir hábitos de gestión ambiental en la vida cotidiana, a fin de favorecer la mitigación de la huella ecológica que dejan nuestras acciones y adaptarse con mayor firmeza a la regulación internacional.

Comenzar a gestionar indicadores ambientales será una de las reglas de oro en el juego de los negocios del futuro, y aprender a reducir nuestros impactos, el gran reto de cada día.

Juan Claudio De Oliva Maya |CEO & Founder| GreenLook

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